Las alteraciones morfológicas en los lactantes, como por ejemplo la presencia de macroglosia o lengua grande se tiene que valorar según el contexto clínico, pues si no produce ninguna alteración que pueda comprometer la vida, en la mayoría de casos solo se hace seguimiento y observación, dado que en esta grupo de edad todas las estructuras del cuerpo se encuentran en desarrollo, y posteriormente al haber un crecimiento de la cavidad oral y maxilofacial esto se podría corregir, de no ser así, según las repercusiones fisiológicas y estéticas se podría considerar intervenciones que ayuden a atenuar o corregir dichas alteraciones.