Muy probablemente sea por eso, las crisis de ansiedad suelen venir acompañadas de una descarga de adrenalina con el consecuente gasto de grandes cantidades de energía (glucosa), energía que no se recupera rápidamente y es necesaria para el funcionamiento de los músculos oculares. Si consideras que estos episodios afectan tu vida diaria debes acudir a valoración psiquiátrica.