Las vitaminas no están indicadas para abrir el apetito, estas funcionan como suplementos ante ciertas deficiencias que puedan existir en la dieta. No hay evidencias de un efecto favorable sobre el apetito de las vitaminas A, D, K, E, C, folato, riboflavina, B6, B12 así como del calcio, hierro, cobre fósforo o magnesio. Es apenás el zinc el que se ha relacionado levemente con cambios en la rutina alimentaria. La causa principal de la falta de apetito esta dificultades en la relación madre hijo, situación en la que no existe el manejo o rutina adecuada en cuento al proceso de alimentación y que en muchos casos amerita la intervención de un psicólogo o psiquiatra.