Si sientes que estás produciendo más leche de lo normal, lo ideal es almacenar la leche materna. Inicialmente debes conseguir un extractor de leche para poderla sacar y almacenar. Lo ideal es que la envases en recipientes de vidrio y no de plástico. Debes marcarlo siempre con cinta O stickers que tengan la fecha del momento de extracción. Puedes almacenarlos en la nevera o el refrigerador, si lo haces en la nevera sólo puedes guardarlo por dos días y debes consumirlos en orden de fecha del más viejo al más nuevo. Por el contrario, si los refrigeras tienes hasta cinco días para darlos a tu bebé. Cuando los vayas a sacar del refrigerador debes calentarlos a temperatura a baño María para que la leche quede la temperatura que tu bebé pueda consumir y se descongele. Si vas a reutilizar los frascos debes limpiarlos muy bien y desinfectarlos.