Es importante anotar si esto ocurre asociado a una respuesta emocional u ocurre de forma espontánea. Si es la segunda, puede deberse a irritación por alergenos o contaminantes del ambiente. Basta con alejarse de la fuente de emisión para mejorar los síntomas. Si no ceden con el cambio de ambiente, es recomendable asistir a una consulta presencial de forma que se pueda descartar una enfermedad orgánica que los esté produciendo. Si es lo primero, debe asistir a consulta con un facultativo del área de la salud para manejar el problema de la mejor forma.