Es recomendable que los alimentos de los niños sean a base de productos hechos en casa no jugos envasados con bajo contenido en fruta y alto contenido en azúcar, los dulces deben ser introducidos de forma posterior para evitar el rechazo de alimentos de sabores amargos o complejos como los vegetales o algunas frutas. Si va a dar a probar al menor, se recomienda que no haya estado en la boca de otra persona por el riesgo de transmisión de infecciones.