Las secuelas de un evento isquémico dependen del grado o extensión del mismo. En adultos mayores, este tipo de patología, las hospitalizaciones o la descompensación de otras puede facilitar el desarrollo de cuadros de delirium, que pueden ser manifestados como aumento de la somnolencia y alteraciones del patrón de sueño. Es esperable que en ausencia de sueño durante la noche presente somnolencia durante el día.
Es recomendable que continúe en control médico, en caso de somnolencia excesiva desorientación marcada asista a urgencias.