La lactancia materna debe ser exclusiva hasta los 6 meses de vida y puede continuar como complementaria hasta los 2 años de edad cuando aún representa un valor nutricional para el menor. El proceso de alimentación complementaria es paulatino y consiste en la introducción de nuevos sabores y texturas al menor de forma gradual, los cuares irán reemplazando el consumo de leche materna. Es recomendable que ofrezca inicialmente alimentos antes de ofrecer el seno para que el menor se adapte a ellos y reconozca su papel en la dieta.