El calor incrementa la producción de sudor y sebo que favorece la eventual obstrucción de los poros cutáneos y el desarrollo de furúnculos y abscesos por sobrecrecimiento bacteriano, principalmente en personas susceptibles.
Si presenta este tipo de lesiones en piel a repetición es recomendable que asista a consulta para evaluar la necesidad de tratamientos adicionales para portador de Staphylococcus aureus.