Se considera que los niños con menos de 4 años tienen riesgo de presentar manchas en los primeros incisivos y molares ya que la calcificación y maduración de esos dientes ocurre durante este período de la vida. Es el período en el que el uso de fluoruros debe ser cuidadosamente monitorizado y equilibrado con las necesidades de prevenir la aparición de caries en la infancia.