El conducto arterioso es una arteria normal en el feto que une la sangre venosa y arterial (las dos sangres son diferentes). Este se debe cerrar al nacimiento. Si no lo hace se genera una afección denominada "conducto arterioso persistente" (CAP), en la cual la sangre rica en oxígeno proveniente de la aorta se mezcla con la sangre deficiente en oxígeno en la arteria pulmonar. Como consecuencia de esto fluye demasiada sangre hacia los pulmones, lo cual fuerza al corazón y aumenta la presión sanguínea en las arterias pulmonares. El tratamiento es quirúrgico.