Los recién nacidos, por la lactancia materna, suelen tener deposiciones más seguidas por la frecuencia de la lactancia y por el proceso de adaptación del sistema gastrointestinal. Lo más importante es que la recién nacida luzca bien, responda a los estímulos y reciba el alimento. Puede intentar regular la ingesta de lactancia materna para controlar las deposiciones. Ante cualquier signo de alarma, no dude en consultar al servicio de urgencias más cercano.