Los cambios bruscos de posición normalmente generan aumento en la frecuencia del corazón y podrían provocar bajones de la presión arterial lo que podría manifestarse con los síntomas que usted manifiesta. Con esfuerzos mayores como subir escaleras se puede provocar esa sensación de latidos más fuertes y se considera algo totalmente normal.
Ante la persistencia de síntomas es recomendable que asista al médico para una valoración presencial