Durante la relación sexual es normal que se activen vías del cuerpo que fomenten la salida de flujo para que tu vagina se encuentre lubricada y el acto sexual no sea incómodo o doloroso. Ahora bien, si después de la relación y mientras no las tienes persistes con flujo y este huele mal, pica, arde, duele, se ve como leche cortada, es verde o amarillo es importante que consultes a un médico general para que te examine, valore las caracterísiticas del flujo y determine si se trata de una infección vaginal.