Lo ideal es que los primeros 5 dias después de la operación tengas una dieta baja en grasas, condimentos, salsas, lácteos, azúcares. Comida suave. Ejemplo: puede ser el arroz, pechuga de pollo marinada, puré de papá, galletas de soda, té, arepa sin queso, frutas sin semillas, caldos y sopas, pan, comer despacio masticando adecuadamente cada alimento. No alcohol.