En los diabéticos debido a las alteraciones de la glucosa (azúcar) se tiende a producir una lesión de las capas de mielina que rodean los nervios periféricos, es decir, de unas capas que ayudan a la conducción nerviosa de nervios que inervan los miembros. Esta alteración del funcionalismo eléctrico del nervio entonces deriva en la aparición de calambres y de parestesias a predominio de miembros en sus zonas más distales.