Durante el proceso de alimentación, la faringe y la boca produce una gran cantidad de mucosa y saliva para ayudar al proceso de masticación, digestión y el paso del bolo alimentario hasta el estómago, éstas secreciones pueden persistir en la garganta, y generar molestia, pero es algo normal. También se puede presentar secreción nasal por la dilatación que se genera en los vasos sanguíneas, en personas con rinitis.