Tanto los cambios de temperatura como de altura pueden generar dolores de cabeza. Esto ocurre como consecuencia de los cambios fisiológicos que debe asumir el cuerpo para regularse y a los cuales no logra adaptarse de forma rápida. En estos casos es algo transitorio y suele pasar con analgesia y no volver a dar una vez el cuerpo ya se ha acostumbrado.