Algunos niños tienen reacciones de este tipo y suelen ser como pequeñas alergias. Es importante que en la noche abrigues bien a tu bebé, lo alejes de peluches que puedan contener ácaros, mantener de ser posible el aire humidificado para que respire mejor, mantener el cuarto libre de polvo, cambiar con regularidad y sacudir bien las sábanas del cuarto, procurar que tu bebé utilice prendas de algodón. Si a pesar de estas medidas no hay cambios, es pertinente que lo lleves al pediatra para que identifiquen cual es el problema y qué otras modificaciones deben hacer.