La fertilidad se da por distintos aspectos, primero la disponibilidad de óvulos sanos capaces de ser fecundados, la presencia de un espacio adecuado para el desarrollo de la gestación (útero sano) y el ambiente propicio para la fecundación (usualmente relacionado con la capacidad de movimiento del tejido uterino y de las trompas). Ante alguna alteración en alguno de esos aspectos pueden sobrevenir problemas de fertilidad.