Los cuidados básicos de la herida quirúrgica son: aseo normal con agua y jabón, evitar el uso de soluciones yodadas o alcohol ya que estos retrasan el proceso de cicatrización, control para el retiro de los puntos, reposo, consumir los analgésicos medicados. La alimentación debe ser muy suave y ligera (evitando el consumo de picantes, grasas, comidas abundantes) y la asistencia estricta a los controles médicos postoperatorios.