En condiciones normales el paladar duro se percibe como una zona curva indurada hacia el techo de la boca, de acuerdo a su descripción no es clara la presencia de una lesión, por lo que lo más aconsejable es que asista a una evaluación de la misma.
En ocasiones el incremento del tejido linfoide hacia la zona posterior de la boca puede crecer a manera de pequeñas masas, usualmente no percibidas por el paciente de forma directa.