Hay un sinnúmero de causas para la disminución de la líbido y la potencia sexual. Una de ellas es la ansiedad y las altas cargas de estrés. Por otro lado se encuentra la disminución de la producción de testosterona. Es recomendable que consulte con su médico de confianza con el fin de realizar una valoración completa y, según criterio médico, realizar exámenes de laboratorio con el fin de determinar cuál es la causa e inicar así el tratamiento más adecuado.