Él ácido fólico, es uno de los micronutrientes indicados durante el embarazo. Solo debe consumirse durante los primeros tres meses, es decir durante las primeras 12 semanas. Su función es evitar el desarrollo de malformaciones del tubo neural, como mielomeningoceles. El hecho de no haberlo haberlo consumido no necesariamente implica que su bebé vaya a presentarlas, pero es un riesgo.