Es necesario descartar alteraciones en la función tiroidea y anemia secundaria a períodos menstruales abundantes.
En cuanto a los dolores en cuello y cabeza pueden ser secundarios a espasmos musculares, los cuales mejoran con estiramiento, masajes y uso de analgésicos.
Los dolores en el pecho pueden ser secundarios a inflamaciones de los cartílagos costales por tos, infecciones virales como gripa, fatiga, entre otros.