Las infecciones urinarias pueden ser causadas por una gran variedad de bacterias, estando ya establecido cuales son las más frecuentes, por lo que suele iniciarse tratamiento estándar con ciertos antibióticos.
El riesgo de escoger un antibiótico errado es que la infección avance y se complique con la presencia de infecciones más graves, como una pielonefritis.
Por ello es recomendable ni automedicarse y asistir al médico.