La transmisión del virus de la hepatitis B ocurre del paciente infectado a las personas que no tienen inmunidad al virus ( Hoy en día la transmisión es poco frecuente y se ha reducido de forma considerable por la vacuna contra la hepatitis B). La transmisión varía de una zona geográfica a otra y las variantes por las cuales puede infectarse una persona es de madre a hijo durante el parto, sexo sin protección, uso de inyecciones o usuarios de drogas que comparten o no tienen las medidas pertinentes de aseo. Entre formas menos frecuentes de transmisión esta la transmisión del padre al hijo, transfusiones sanguíneas, contagio dentro del hospital por accidentes de riesgo biológico, trasplantados, exposición o contacto con mucosas. La principal medida que deben tener las personas que está al rededor de un paciente con hepatitis B es vacunarse para volverse inmunes al virus y disminuir considerablemente la probabilidad de infección, utilizar preservativo y métodos de barrera para evitar el contagio por transmisión sexual, siempre avisar en centros médicos el antecedente de hepatitis para que se controle y se maneje al pacientes con las precauciones del caso y si la persona va a tener un hijo, hacerse constantemente los estudios pertinentes para vigilar la condición y que se puedan tomar las medidas necesarias al momento del parto. Rara vez el paciente tiene una recuperación total. Por el contrario mantiene algo de la infección latente y debe siempre tener las medidas preventivas del caso.