Los efectos dependen (como en el resto de los consumos) de la cantidad, la vía de administración y los aspectos higiénico/sanitarios relacionados. Todas las rutas de consumo tienen efectos y la heroína posee un índice adictivo muy alto.
Si está preguntando sobre los efectos que le traerá su consumo es porque está pensando consumirla de nuevo. Piénselo. Los efectos a largo plazo son:
- Tolerancia y dependencia a la sustancia.
- Adelgazamiento, alteraciones de la nutrición y digestivas (estreñimiento, vómito).
- Alteraciones cardiovasculares.
- Anemia.
- Problemas psicológicos (apatía, depresión, egocentrismo, adicción).
- Alteraciones del sistema nervioso (trastornos de atención, memoria, capacidad mental e insomnio).
- Trastornos en la menstruación y ovulación.
- Deterioro de los dientes e inflamación de las encías.
- Sudores fríos, prurito, debilitamiento del sistema inmunológico.
- Coma.
- Enfermedades respiratorias, hepáticas y renales.
- Debilidad muscular, parálisis parcial.
- Capacidad sexual reducida e impotencia sexual a largo plazo (en los hombres) e incapacidad para alcanzar un orgasmo.
- Abscesos en piel, tejidos blandos y en puntos de venopunción.
- Pérdida del apetito.
- Infecciones en los vasos sanguíneos y en las válvulas del corazón.
- Artritis.
- Compartir los equipos de inyección o fluidos puede resultar en infección con hepatitis B y C, VIH, enfermedades de transmisión sexual.