Los calambres puede ocurrir por muchas razones, si estos son demasiado frecuentes se recomienda hablar con tu médico de cabecera; en caso contrario no habría de qué preocuparse.
El exceso de uso de un músculo, la deshidratación, la falta de algunos nutrientes y lo más frecuente la llegada insuficiente de sangre al músculo, son la razones por las cuales se generan los calambres. Presta atención a si estás haciendo sobreesfuerzo de tus músculos de los dedos del pie, o si estás dejando el dedo bajo presión o en una posición que dificulte la irrigación sanguínea.