Si los síntomas no son severos, o se pueden mantener con antihistamínicos y productos nasales, no es completamente necesaria la cirugía, pero el tratamiento debe estar dado por su médico o por el otorrinolaringólogo. En caso de que los síntomas sean refractarios o haya dificultad al respirar entonces se debería considerar con mayor razón la cirugía; debe estar en controles con su médico