Si el desgarro fue leve y secundario a las relaciones sexuales, para este momento ya debió resolverse y podría tener relaciones sexuales. Es fundamental que haya un buen estímulo para que lubrique bien y no le duela.
Si le duele, debe parar. Si el desgarro fue por otra razón debe dialogarlo con el médico tratante. Por supuesto, si tuvo un desgarro debió ser vista por su ginecólogo, por lo cual recuerde hablar con él sobre estos temas.