Un sarpullido puede corresponder a diferentes causas dermatológicas: desde una reacción por el calor y la sudoración, hasta infecciones.
Para poder realizar el diagnóstico, es indispensable que sea valorada presencialmente por un médico que pueda indicar cuál es la causa y el tratamiento.
Es recomendable que evite el rascado, mantenga una adecuada higiene y no utilice productos en la lesión -a menos que sean prescritos por un médico- ya que esto podría empeorar el cuadro.