El Pomeroy tiene un riesgo de falla menor del 1%, esto puede deberse a diferentes factores como el método escogido para realizar la cirugía (por ejemplo con visualización limitada que no permita identificar adecuadamente los órganos) o alteraciones anatómicas, recanalización o formación espontánea del canal de la trompa, la edad de la paciente (teniendo mayor riesgo pacientes jóvenes que mayores), la raza (mayor riesgo mujeres de raza negra), no exclusión del embarazo preexistente. Sin embargo con el paso de los años y la mejoría en disponibilidad de técnicas quirúrgicas ese riesgo se ha logrado disminuir hasta menos del 1%.