Los golpes en la cabeza son el tipo de trauma más frecuente en los niños. A pesar de que el cráneo de ellos tiene cierto grado de elasticidad, se puede afectar el cerebro dependiendo de qué tan fuerte fue el impacto recibido (caso en el cual se presentan síntomas como pérdida de la consciencia, alteraciones del movimiento, somnolencia, vómito o simplemente cambios en la conducta habitual del niño, entre otros).
No siempre es posible ver "chichón" en el área afectada. Es preferible que un médico examine al bebé y determine si requiere más exámenes o conductas adicionales.