Las pruebas de embarazo caseras o de orina son extremadamente confiables (sensibilidad y especificidad mayor de 90%) si se realizan siguiendo las indicaciones y se realizan cuando se tienen al menos 3 días de retraso menstrual.
Si se hacen sin tener retraso no se tiene una sospecha clara y no debería haber un aumento de la hormona del embarazo en orina que pueda ser identificada.