El radiólogo no sujeta al bebé generalmente ya que él es quien interpreta el examen. El bebé lo puede sujetar el técnico u otra persona, siempre y cuando se verifique en el examen que los ángulos se pueden medir de manera correcta.
La interpretación debe ser realizada por el especialista y debe ser revisada por su médico para ver si necesita remisión a un ortopedista infantil.