Los aneurismas, dependiendo de su ubicación, pueden dejarse quietos o ser corregidos quirúrgicamente. Cada caso debe ser evaluado minuciosamente para determinar la mejor conducta a seguir, ya que al ser una lesión vascular puede llegar a ser de alto riesgo y poner la vida del paciente en peligro.
Con respecto a la rectificación cervical, el mejor tratamiento dependerá de la causa que origina la pérdida de la curvatura cervical normal (esguinces cervicales, malos hábitos posturales, enfermedades reumáticas, escoliosis, malformaciones congénitas como fusión de vértebras congénitas, cirugía cervical, etc.).