El consumo de marihuana parece asociarse a un control parcial de las crisis epilépticas, no obstante esos resultados han sido obtenidos en ambientes controlados y para casos de epilepsias refractarias. Por lo que su recomendación no es apta para el público en general sin supervisión médica.
El consumo inapropiado de la marihuana puede favorecer la falta de control de la epilepsia. Por otro lado el consumo de sustancias psicoactivas, entre esas la marihuana, favorece la precipitación de desórdenes psiquiátricos y la inadecuada adherencia al tratamiento médico.
En ninguno de los dos casos se aconseja su consumo. Además de los efectos perjudiciales para la salud, puede favorecer un control inadecuado de las patologías señaladas.