La prueba de embarazo se puede realizar independiente del día en el que llega su menstruación. Lo importante es que se haga con suficiente diferencia de tiempo en cuanto a la relación sexual: si la prueba es en orina debe hacerse de 3 a 4 semanas después de la relación y si es en sangre de 2 a 3 semanas.
En caso de que el resultado salga negativo, el consejo médico es comenzar a planificar.