El Tramadol pertenece al grupo de los opioides y funciona como analgésico potente. A su vez estos se clasifican en opioides débiles y fuertes, siendo el Tramadol uno débil.
Los opioides pueden ser indicados para dolores agudos que no resuelvan con Acetaminofén o algún anti-inflamatorio y son buenos medicamentos para el manejo de dolores crónicos (por ejemplo los osteomusculares).
El Tramadol no debe automedicarse, siempre debe ser indicado por su médico tratante puesto que tiene efectos adversos muy variados como depresión respiratoria o cardíaca, además de mareo, vómito, disminución de la presión arterial, dolor de cabeza y otros.