La tasa de fallo de la pastilla es baja por lo que no debe haber gran riesgo de embarazo. Sin embargo por la carga alta de hormonas es posible que comience a presentar irregularidad menstrual, ya sea adelantos o retrasos del ciclo.
Las pruebas de embarazo si son en orina se pueden hacer de 3 a 4 semanas después de la relación de riesgo. Si son en sangre (más confiables) se pueden hacer de 2 a 3 semanas después de la relación de riesgo. En caso de que no se encuentre en embarazo, lo ideal es planificar.