El reposo prolongado y excesivo favorece el desacondicionamiento físico, la obesidad y las consecuencias relacionadas con alteraciones metabólicas, cardiovasculares e incluso se relaciona la obesidad con algunos tipos de cáncer.
Estas son consecuencias principalmente apreciables a largo plazo. El reposo ocasional no genera efectos perjudiciales. Realice actividad física de forma periódica y mantenga una alimentación balanceada.