La mayoría de los riesgos relacionados con esta práctica son mecánicos por la microlesión de mucosas que puede generar. Si existen lesiones en piel puede existir contagio de enfermedades de transmisión sexual. Incluso sin lesiones, puede presentarse faringitis gonocóccica en la persona que lo practica (si quien lo recibe tiene una infección por gonococo activa). Otros riesgos menores incluyen dermatitis y reacciones locales en piel.