El sangrado de implantación es una hemorragia que se puede presentar en los casos de embarazos. Pero no tiene unas características claras y definidas, como para poder diferenciarlo de forma definitiva de una menstruación u otro tipo de hemorragia uterina anormal. Por lo tanto no se debe considerar como un signo de sospecha de embarazo.
Si usted tuvo relaciones sexuales sin protección, debe esperar hasta su fecha de menstruación. Si hay un retraso en ese momento se debe hacer la prueba de embarazo, idealmente tras el tercer día de retraso.