Las pruebas de VIH de tercera generación identifican unas moléculas en el cuerpo denominadas anticuerpos específicos para el VIH-1 y el VIH-2. Estas moléculas son producidas por el cuerpo a una velocidad diferente en cada persona luego de exponerse al virus, pero estadísticamente se considera que a las 12 semanas la mayoría de las personas ya los tienen. Por esta razón, se puede considerar un resultado definitivo a las 12 semanas desde la situación de riesgo.