La leche descremada se recomienda a personas con problemas de colesterol, la de soya a personas que no pueden o quieren consumir la proteína de la leche de vaca. La leche deslactosada se recomienda a quienes tienen problemas gastrointestinales como distensión abdominal. Por su patología, puede consumir la que desee estando atenta a que no cause distensión o exacerbación de la gastritis