Existen distintos signos de deshidratación, los cuales son valorados clínicamente para determinar la presencia y grado de la misma. Por sí solos no son indicativos exclusivos de deshidratación, pero en conjunto incrementan su sensibilidad para este diagnóstico.
Entre algunos se pueden encontrar: ojos hundidos, boca seca, saliva filante, taquicardia, disminución de la turgencia de la piel, disminución en la cantidad de orina o aumento en la concentración de orina (más oscura), hipotensión.