El consumo de tabaco puede aumentar el ritmo del metabolismo, por lo que la persona no sube de peso. Pero sí está asociado a cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, pulmón, páncreas, riñón, colon, cuello uterino y vejiga... además de enfermedades pulmonares, infarto, isquemia del cerebro, disfunción eréctil, gastritis y complicaciones del embarazo.
Por todos estos efectos no se aconseja el consumo de cigarrillo.