En las primeras semanas el embrión se está formando, lo mismo que la placenta y los vasos sanguíneos de los que se va a nutrir durante toda la gestación. La vacuna anti D o inmunoglobulina tiene anticuerpos que neutralizan las estructuras que pueden hacer que la madre ataque la sangre del feto.
La indicación en la aplicación de esta es muy clara y debe ser a la semana 28 de gestación y otra hasta 72 horas después del parto, siempre y cuando la prueba de Coombs -que detecta si la madre ha creado o no anticuerpos- sea negativa.