No hay un medicamento perfecto, cada caso y cada persona puede responder de diferente manera a un mismo medicamento en mayor o menor medida. Por eso se dice que en medicina no hay enfermedades, hay enfermos y, por ende, cada caso debe ser tratado de forma personalizada buscando entre las muchas opciones existentes la que mejor control ofrezca en cada caso y cada paciente.
En la mayoría de las ocasiones es una práctica de ensayo y error hasta encontrar el tratamiento adecuado. Por eso es tan importante evitar la automedicación y acudir al médico para llevar un tratamiento acorde a cada persona.